La ira es una de las 5 emociones básicas, junto con la tristeza, la alegría, el miedo y el asco. Aunque nos resulte incómoda, es una emoción adaptativa sin la cual seguramente no hubiéramos sobrevivido como especie.
Sin embargo, hoy en día generamos mucha más ira de la necesaria. ¿Por qué ocurre esto?
Los seres humanos fabricamos ira cuando interpretamos que algún estimulo es amenazante o molesto. Es por eso que nuestros pensamientos son los responsables de que fabriquemos más ira de la necesaria. Al interpretar situaciones de la vida cotidiana (un atasco, un rechazo, una persona excesivamente habladora…) como amenazantes nuestro cuerpo genera ira.
Cuanto más entrenes tu control de la ira, más automático te resultará. Así, llegará un punto en que no tengas que pensar para controlarla. Es como conducir. Al principio resulta forzado, pero con el tiempo sale mecánicamente.
Si quieres seguir indagando en la gestión de las emociones, te invitamos a leer este artículo sobre la tristeza. Esperamos que sea de tu interés. Para cualquier duda, puedes contactar con nosotros.