La autoestima es la valoración emocional que hacemos de nuestro autoconcepto.
¿Y qué es nuestro autoconcepto? Nuestro autoconcepto es lo que pensamos que somos; la definición que hacemos de nosotros mismos.
Es que decir, que nuestra autoestima es lo que sentimos acerca de lo que pensamos que somos.
En este artículo compartimos 3 claves para mejorar nuestra autoestima, sintiéndonos así mejor con nosotros mismos.
Como hemos dicho, nuestra autoestima es lo que sentimos acerca de lo que pensamos que somos. Lo bien o mal que nos sintamos con nosotros mismos dependerá, en primera instancia, de cómo nos definamos a nosotros mismos. Es por ello que nuestro autoconcepto es fundamental de cara a nuestra autoestima. Las personas que tienen un autoconcepto negativo (es decir, que se describirían a sí mismas de manera negativa) lo tienen mucho más difícil para tener una buena autoestima. Y en el polo opuesto, las personas que tienen un autoconcepto exageradamente positivo (es decir, las personas que no son capaces de ver sus defectos) encuentran también serias dificultades para mantener intacta su autoestima. La clave está en aprender a percibirnos a nosotros mismos de manera realista, con nuestras virtudes y nuestros defectos. Sólo cuando nos percibimos objetivamente podemos aceptarnos tal y como somos. Y solo cuando nos aceptamos podemos valorarnos por lo que somos.
Una vez tenemos un autoconcepto realista, podemos proceder a valorarnos a nosotros mismos por lo que somos en este momento. Valorarnos quiere decir darnos valor, igual que hacemos con otras personas de nuestro entorno. Lo normal es que no nos paremos a reflexionar sobre nuestras virtudes, nuestras fortalezas y todas las cosas que podemos hacer por nosotros mismos y los demás. Pero es justamente eso lo que nos da la oportunidad de tener una buena relación con nosotros mismos.
La manera en la que nos hablamos a nosotros mismos es determinante en cómo nos sentimos con nosotros mismos. Nuestro discurso interno no se agota nunca, y ocurre hasta cuando no nos damos cuenta de ello. De lo que se trata es de prestar atención a las cosas que nos decimos a nosotros mismos, deteniéndonos a cuestionarlas y comprobar si son realistas o no.
¿Son para ti de utilidad estas tres sencillas claves? En caso de serlo, nos alegramos muchísimo. Si quieres profundizar en el manejo de las emociones, te proponemos que leas este artículo sobre la inteligencia emocional.