La Demencia Frontotemporal es un tipo de demencia diferente a la Enfermedad de Alzheimer. Se inicia normalmente en personas en la década de los 50 y es la segunda causa de demencia más frecuente en menores de 65 años. Se manifiesta, al igual que el resto de demencias, con la pérdida progresiva de facultades mentales.
Se distinguen tres tipos de Demencia Frontotemporal:
En la Demencia Frontotemporal, no se puede detener ni revertir su evolución. Pero el diagnóstico temprano ofrece una mejor oportunidad al paciente para poder beneficiarse de un tratamiento.
Neurólogo y Psiquiatra pautan el tratamiento para los síntomas que van apareciendo de tipo cognitivo así como otros que pueden acompañarle, tales como depresión, ansiedad, irritabilidad y apatía.
El neuropsicólogo será el encargado de evaluar las funciones mentales superiores tales como lenguaje, atención, memoria, capacidad de planificación, etc. En base a estos resultados, podrá diseñar un tratamiento neuro-rehabilitador para intentar mantener las funciones preservadas hasta ese momento, así como orientar a paciente y familiares. Por tanto, la neuropsicología tiene un importante papel en esta enfermedad.