Los derivados del cannabis son la droga ilegal más consumida en Europa. Entre un 4 y un 5% de los españoles lo consumen con cierta frecuencia. Normalmente, el consumo de cannabis suele ir acompañado de otras sustancias adictivas legales o ilegales. Se estima que la edad de inicio está entre los 16 y 17 años, pero cada vez se consume a edades más tempranas.
Es importante señalar que el consumo de cannabis en la adolescencia interfiere en el desarrollo normal del cerebro. Provoca importantes alteraciones neuronales que afectan a diferentes áreas cerebrales, así como alteraciones en la memoria y el aprendizaje.
Sus efectos en la conducta pueden variar, ya que el consumo en solitario suele provocar cierta sedación, somnolencia, apatía y ensimismamiento.
Los trastornos psicóticos, entre ellos la Esquizofrenia, parecen tener que ver con cierta vulnerabilidad biológica (hereditaria), con el estrés ambiental y con el consumo de sustancias. Es decir, las personas con predisposición genética a sufrir un trastorno de este tipo, ante situaciones muy estresantes en su vida o consumo de tóxicos (como puede ser el cannabis), pueden iniciar un trastorno psicótico.
Su consumo a dosis bajas, al igual que a dosis altas, puede provocar trastornos psiquiátricos en los que aparece sintomatología depresiva, ansiosa, paranoica, desorientación y alucinaciones. Los expertos aseguran que las experiencias psicóticas se multiplican por cinco con el consumo de cannabis.
También observamos entre sus consumidores un aumento de la siniestrabilidad vial y un menor rendimiento académico.
Como ves, son muchos los efectos perjudiciales que conlleva el consumo de esta sustancia. Si quieres saber más sobre la salud mental, puedes hacer clic aquí.
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