El día 10 de Septiembre se hace un llamamiento general para el fomento en todo el mundo de compromisos y medidas prácticas para prevenir los suicidios. El suicidio se encuentra entre las tres primeras causas mundiales de muerte en personas de 15 a 44 años de edad. Según la OMS, por cada muerte se realizan unas 20 tentativas.
Las enfermedades mentales, principalmente la depresión, pero también otros como los trastornos por uso de sustancias, los duelos o pérdidas, la violencia, constituyen factores de riesgo para el suicidio.
No se pueden prevenir todos los casos de suicidio, pero sí la mayoría de ellos.
Entre las medidas o estrategias que se pueden tomar para disminuir el riesgo de suicidio estarían: reducir el acceso a los medios para suicidarse (medicamentos, armas de fuego, etc), tratar a las personas con trastornos mentales, en particular a quienes sufren depresión, trastorno bipolar, alcoholismo o esquizofrenia, o seguir de forma adecuada a los pacientes que han cometido intentos de suicidio.
Hay factores que pueden disminuir el riesgo de suicidio de una persona. La capacidad con la que una persona se enfrenta a las adversidades de la vida o la puesta en marcha de estrategias para resolver problemas, reduce la probabilidad de que una persona se deprima o sienta una intensa ansiedad y por tanto, proteja a la persona en este sentido.
Algunos de estos factores protectores son: tener confianza en uno mismo, una buena capacidad para resolver problemas y conflictos, adecuadas habilidades de comunicación, ser una persona abierta a nuevas experiencias y oportunidades, tener unos hábitos de vida saludables (comer sano, hacer ejercicio, higiene del sueño), poseer unos valores positivos como el respeto por el otro, la solidaridad o la amistad, disponer de un buen apoyo familiar y social, sentirse integrado en la comunidad en la que se vive, y en el caso de pacientes con trastornos mentales, con enfermedades físicas o con abuso de alcohol y drogas, realizar un tratamiento integral especializado.
Es importante tener en cuenta que la mayoría de las personas que se suicidan, han dado avisos previamente de sus intenciones, pero hay un escaso número de suicidios que se producen sin aviso previo. La Fundación Americana para la Prevención Suicida (AFSP), indica la importancia de reconocer las señales de alerta que advierten del suicidio. Estas serían algunas:
La mayoría de las personas que intentan suicidarse tienen momentos de mayor o menor decisión para llevarlo a cabo y en muchos casos no se busca exclusivamente la muerte. Los pensamientos en relación a la idea de muerte, no tienen por qué ser permanentes y en muchos casos aparecen en un momento dado sin volver a repetirse.
Se puede buscar ayuda en los Servicios de Urgencias médicos, también es importante informar al entorno más cercano de la situación por la que puede estar atravesando la persona, de la importancia de darle apoyo, no dejarle solo, y ponerle en contacto con profesionales especializados para que reciba tratamiento psiquiátrico y/o psicológico.