A veces no sabemos qué decirle a alguien que está atravesando un momento difícil en su vida. Esta es la realidad que todos nosotros hemos vivido en algún momento, que además puede generar incomodidad tanto a la otra persona como a nosotros mismos. De hecho, sin quererlo, podemos caer en el riesgo de invalidar a la otra persona con nuestro lenguaje.
La invalidación emocional es el mecanismo de rechazo del proceso emocional propio o ajeno. Cuando sucede la invalidación emocional, la persona no acepta de manera consciente o inconsciente su vivencia emocional, tendiendo generalmente a negarla, ocultarla, criticarla o inhibirla. También encontramos invalidación emocional cuando tendemos a rechazar o inhibir la vivencia emocional de otra persona.
Algunos ejemplos que podemos utilizar para ilustrar la invalidación emocional son los siguientes, según el mecanismo que usemos:
Muy a menudo la invalidación emocional no la hacemos de manera consciente o intencionada. No buscamos hacer sentirse peor a la otra persona, ni queremos que se sienta sola, criticada o incomprendida. A veces esta forma de responder o de actuar la utilizamos por inercia, porque son las respuestas que hemos recibido toda la vida y no pensamos que puedan tener un efecto negativo en la otra persona. Es importante tomar conciencia y evitar en la medida de lo posible este tipo de comentarios, ya que lo que conseguimos es que la otra persona reprima expresarse con nosotros, se retroalimente su estado emocional negativo y se distancie en la relación.
Gracias por leer nuestro artículo sobre Invalidación emocional: Cómo aprender a evitarla de MentSalud.