Una de las situaciones que más incomodidad nos produce, socialmente hablando, es aquella en la que la otra persona ha sufrido algún tipo de pérdida (ya sea una ruptura de pareja, la pérdida de un trabajo, el duelo por la muerte de un ser querido…) y no sabemos qué decir en esos momentos difíciles. Estas situaciones nos producen incomodidad porque pretendemos, consciente o inconscientemente, hacernos cargo del dolor de la otra persona. Y realmente, no nos corresponde.
Debido a esa sensación de incomodidad, podemos cometer el clásico error de emitir las siguientes respuestas:
Por supuesto, podríamos poner de ejemplo muchas respuestas más. Estas respuestas forman parte de la invalidación emocional clásica, en la que tratamos de minimizar el dolor de la otra persona, en vez de darle el valor que tiene para ella en ese momento. No acompañamos la emoción, tratamos de bloquearla, bajo pretextos del estilo de “Hay que ser fuerte”. Con esta actitud, solo conseguimos generar en el otro una sensación de debilidad y vergüenza que no ayuda a reprocesar las emociones desagradables, como la tristeza y la ira. Le ayudamos a posponer ese procesamiento, no a vivirlas de manera adaptativa en el momento en el que deben vivirlas.
Es mucho más simple de lo que lo solemos hacer. Cuando no sepamos qué decir en un momento duro, podemos preguntarle a la otra persona qué necesita de nosotros, cómo podemos ayudarla. Algunos de los ejemplos de validación que podemos utilizar son los siguientes:
Gracias por leer nuestro artículo Qué decir en momentos difíciles de MentSalud.